Amnistía Internacional consideró presos de conciencia a un pequeño número de hombres encarcelados por negarse a ser reclutados para las fuerzas armadas. Algunos juicios de personas acusadas de delitos políticos puede que no cumplieran las debidas garantías. Según los informes, varias personas fueron maltratadas por la policía civil y la militar. Se recibieron informes sobre abusos contra los derechos humanos en las zonas rebeldes controladas por los serbios.